Poner límites sin culpa: el arte de cuidarte sin sentirte egoísta
10/6/20252 min read
Como psicóloga acompaño cada semana a personas que se sienten agotadas por intentar complacer a todos.
Muchos me dicen: “Sé que debería decir que no… pero me siento culpable después.”
Y es que aprender a poner límites sanos sin sentir culpa es una de las tareas emocionales más importantes tanto en la infancia, la adolescencia como en la vida adulta.
¿Qué significa poner límites sanos?
Poner límites no es alejarte de los demás, sino aprender a proteger tu espacio emocional.
Un límite sano te ayuda a cuidar tu energía, tu tiempo y tu bienestar mental.
Por ejemplo:
Enseñar a un niño que puede decir “no” cuando algo le incomoda.
Acompañar a un adolescente a expresar sus necesidades sin miedo.
Aprender como adulto a decir “no puedo ahora” sin sentir culpa.
Los límites son una herramienta de autocuidado y respeto mutuo en todas las etapas de la vida.
¿Por qué sentimos culpa al poner límites?
La culpa aparece porque nos enseñaron que decir “no” era egoísta o incorrecto.
En la infancia, solemos aprender que para ser aceptados hay que agradar, complacer y evitar conflictos.
Sin embargo, este patrón nos lleva en la adultez a confundir la empatía con la falta de límites, y eso puede causar agotamiento, estrés o baja autoestima.
Poner límites no es rechazar al otro, es respetarte a ti mismo.
Y cuando te respetas, enseñas también a los demás a hacerlo.
Cómo empezar a poner límites sin sentirte culpable
Escucha tus necesidades emocionales.
Aprende a reconocer cuándo algo te sobrepasa o te incomoda.Comunica de forma asertiva.
No necesitas justificarte en exceso: un “ahora no puedo” o “necesito descansar” es suficiente.Sostén el límite con calma.
Al principio puede ser incómodo, pero esa incomodidad es parte del crecimiento.Recuerda tu propósito.
No estás rechazando a nadie: estás cuidando tu salud emocional.
Aprender a poner límites sin culpa es clave para tu bienestar psicológico y tus relaciones.
Tanto si eres madre, padre, adolescente o adulto, cuidar tus límites es cuidar tu equilibrio interior.
Si sientes que te cuesta decir “no” sin sentirte mal o quieres trabajar tu asertividad, puedo acompañarte en ese proceso.
Soy psicóloga en Santander (Cantabria) y trabajo con niños, adolescentes y adultos, ayudándoles a construir relaciones más sanas y seguras consigo mismos y con los demás.
