La teoría del feedback facial

Esta teoría formula, que la forma en que movemos nuestros músculos faciales podría enviar señales a nuestro cerebro y afectar en cómo nos sentimos.

Imagina que sonríes, incluso si no estás feliz en ese momento. Según esta teoría, la acción de sonreír enviaría una señal a tu cerebro, diciendo: "¡Estoy sonriendo, debe ser que estoy contento!" Y, de alguna manera, esto podría hacer que te sientas un poco más feliz de lo que estabas antes.

Lo mismo podría suceder si frunces el ceño. Si arrugas la frente, tu cerebro podría recibir la señal de que estás preocupado o enfadado, y eso afectaría en cómo te sientes en ese momento.

Por eso, nuestros movimientos faciales no solo reflejan nuestras emociones, sino que también pueden influir en cómo las experimentamos.

Fernández-Abascal, E. G., & Montañés, M. C. (2003). Expresión facial de la emoción. Psicothema, 15(3), 503-504.